Catedral de Ávila

Leandro Garcimartín puede ser considerado, posiblemente, el último de los grandes organeros clásicos que trabajaron en el Centro de la Península a caballo de los siglos XVIII y XIX. Descendiente directo de la dinastía Ortega (Francisco, Tadeo, Juan de Inés, etc.) sobrino de Tomás de Inés Ortega (que participó junto a Julián de la Orden en la construcción de los magníficos órganos de la Catedral de Málaga) y casado con una de las hijas de José Verdalonga sus obras reflejan la herencia de todas estas escuelas.

No obstante pensamos que también fueron muy notables las influencias que como organero conservador del órgano de la Capilla del Palacio Real de Madrid recibió de dicho instrumento o incluso directamente de su autor, el genial Jordi Bosch. En el órgano de Ávila el sistema de viento está indudablemente inspirado en el del instrumento de la Real Capilla, tanto en aspectos técnicos como en detalles estéticos (la cabeza del dragón).

El instrumento estuvo al servicio de la catedral de Ávila durante cerca de un centenar de años sin sufrir importantes trasformaciones. Incluso la subida de diapasón se solventó decalando la mecánica que no exigía cortar los tubos.

En 1924 desapareció la trompetería de batalla que ha sido preciso reconstruir. Un trabajo de restauración integral del instrumento que ha supuesto un enorme esfuerzo económico y humano ha posibilitado la recuperación de este olvidado y desconocido instrumento.

Durante el desmontaje del órgano apareció una carta  en un lugar escondido entre los tablones aconductados del órgano mayor, completamente inaccesible excepto para los profesionales que se vieran obligados a realizar el apeo general del instrumento para la restauración. El documento de 1828, contiene detalles profesionales y personales de los constructores del órgano y de las personas vinculadas con su construcción entre los que se encuentran algunos de los músicos catedralicios.

ÁVILA, ESPAÑA
Catedral de Ávila, 2008
R 23 / II / P, Leandro Garcimartín, 1829